La iniciativa, que cuenta con la participación de más de una docena de instituciones y asociaciones públicas y privadas, busca establecer un mecanismo orientado a ampliar el acceso de los ecuatorianos a productos y servicios financieros.
La alianza entre el Banco Central del Ecuador (BCE) –ente regulador de las políticas monetarias en Ecuador- y el Banco Mundial (BM), se prolongará por aproximadamente un año y, en su primera fase, incluirá la asesoría de representantes de la división global de finanzas, competitividad e innovación del BM.
El trabajo conjunto entre las dos organizaciones también incluirá asistencia técnica por parte del BM para conocer el estado actual de la inclusión financiera en el país, avanzar en la construcción de una estrategia nacional y dejar establecido el camino para la coordinación, implementación y evaluación.
Verónica Artola Jarrín, Gerente General del BCE, afirmó que "el desarrollo de mecanismos que mejoren el acceso y uso de los productos y servicios financieros por parte de la ciudadanía requiere una estrategia que permita el desarrollo de capacidades y oportunidades que mejoren las condiciones de vida de todas y todos, y que impacte positivamente en la economía local".
La alianza entre el Banco Central de Ecuador y el Banco Mundial busca fortalecer el marco regulatorio existente y la supervisión del sistema cooperativo y microfinanciero, a fin de multiplicar las oportunidades para que cada vez más ciudadanos tengan acceso a los servicios financieros.
Según Artola, el 52% de la población en Ecuador tiene una cuenta de ahorro, pero, en promedio, entre un 20 y 25% de la población no accede a otro tipo de servicios, como créditos, tarjetas bancarias, entre otros.
Adicionalmente, según la Encuesta de Oferta y Demanda de Servicios Financieros 2017, realizada por el Banco Central del Ecuador y citada en el diario El Comercio, el 51,9% de los ecuatorianos utiliza algún punto de atención financiero como agencias, ventanillas, cajeros automáticos o corresponsales no bancarios. Estos datos servirán como punto de partida para el equipo de trabajo liderado por el Banco Mundial.
Las dos entidades esperan que en la creación de la estrategia nacional de inclusión financiera participen, además de entidades públicas, actores del sector privado como la Asociación de Bancos Privados (Asobanca) y la Asociación de Organismos de Integración del Sector Financiero Popular y Solidario (Asofipse), entre otros.