Pensemos un momento en el entorno financiero actual. Por un lado está la banca tradicional, que de generación en generación se ha transmitido como el eje transversal de la economía en la ciudad. Las cuentas de ahorro o corrientes, los créditos y las hipotecas bancarias han sido por años los componentes de la economía familiar y personal. Por otro lado, hoy existen un sinnúmero de alternativas de ahorro, crédito e inversión P2P, apoyadas en el desarrollo de la tecnología y la confianza del usuario, cada vez mayor, hacia los servicios digitales privados.
En un entorno disruptivo, solo los más versátiles sobrevivirán bajo el paraguas de la tecnología e innovación. Dicho esto, es deducible que los bancos invertirán o al menos deberían pensar en invertir más presupuesto en las dos aristas que actualmente resultan más importantes para el usuario final: la seguridad y la tecnología.Actualmente, la necesidad apunta hacia asegurar los sistemas informáticos, desarrollo de plataformas más analíticas y plataformas de cara al cliente. Así lo asegura la web de American Banker que entrevistó vía digital a 50 directores mundiales de canales digitales bancarios y altos ejecutivos en el mes de julio.
Entre el 40% y el 50% de los ejecutivos esperan aumentos en los presupuestos para el cumplimiento de la banca en línea y adaptación o creación de aplicaciones, además de la gestión de software y de pago móvil para facilitar la vida al cliente.Asimismo, el 60% de los entrevistados coincidió que en el presupuesto del próximo año se debería invertir para "mantenerse al día con los problemas de seguridad", ya que los costos por falla o reputación (valor esencial del banco en esta época) podrían ser mucho más altos al no tomar medidas.
Si bien la importancia de invertir en la tecnología se ve confirmado por los planes presupuestarios de los bancos, también trabajar en adicionar confianza y mejor experiencia de servicio al cliente es fundamental para el año venidero.