El 2018 trae consigo un ecosistema centrado en la transformación digital para la banca. La migración del Core Bancario a la nube es cada vez más común dentro de las instituciones financieras. Según el reporte de Intel “Building Trust in a Cloudy Sky: The State of Cloud Adoption and Security”, en 15 meses, el 80% de todos los presupuestos de TI se destinarán a soluciones en la nube. Por esa razón la ciberseguridad es clave para los bancos este 2018.
Esto supone un gran reto, en especial para las entidades financieras ya que implica que toda la información se centralizará en la nube, blanco ideal para los ciberdelincuentes. Según una encuesta de Invotra a 504 gerentes de TI de organizaciones financieras, 79% de aquellos vinculados al sector público y 85% del sector de servicios financieros consideran que los datos y los sistemas de seguridad son la principal prioridad. Ahora bien, al preguntar qué tan preparados se sentían frente a este tipo de ataques, el sector financiero mostró una mayor confianza, con un 94% afirmando contar con una fuerte línea de defensa, en comparación con el 88% en el sector público.
A los encuestados también se les pidió que calificaran la inversión de su organización en tecnologías emergentes tales como Blockchain, Inteligencia Artificial, Análisis Predictivo y Biometría. En el sector financiero, más de la mitad (54%) cree que los niveles actuales de inversión son apropiados, pero una quinta parte cree que su organización está gastando demasiado en tecnologías emergentes. Una proporción mucho más pequeña (23%) piensa que se está gastando muy poco.
Fintan Galvin, CEO de Invotra concluye: "Nuestro estudio muestra claramente que los profesionales de las tecnologías financieras entienden la necesidad de impulsar el cambio. Sin embargo, están a cargo de proporcionar resultados significativos en términos de mejorar la vida laboral de las personas, al tiempo que enfrentan sofisticadas amenazas de seguridad. Y, por supuesto, existe la presión de hacer más con menos”.
En conclusión, es importante que las organizaciones caigan en cuenta de que la mejora de las capacidades digitales es un proceso en el que se capacitan a los colaboradores y no es una responsabilidad exclusiva de los departamentos de TI. Asimismo, este estudio destaca la necesidad de una comprensión generalizada sobre las tecnologías digitales en las organizaciones. Sin esto, la transformación de la experiencia interna y externa del cliente es prácticamente imposible.
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