El uso efectivo de las tecnologías de la plataforma P2P y su enfoque en la experiencia de los clientes, son las áreas en las que los bancos deberán enfocarse para seguir siendo competitivos.
Durante años, los bancos han desempeñado un papel central en el ecosistema de servicios financieros. Sin embargo, la innovación tecnológica ha cambiado el escenario drásticamente, permitiendo la aparición de un nuevo grupo de actores –las fintech- capaces de proveer servicios financieros de manera efectiva.
Al alejarse de la banca tradicional y enfocarse en herramientas de innovación como la banca móvil, la billetera digital o los códigos únicos de identificación, las fintech han acelerado el proceso de transformación digital en el sector.
Dentro de este panorama, uno de los fenómenos más disruptivos ha sido la aparición de las iniciativas de financiamiento P2P (peer-to-peer). Se trata de un método de financiación que permite a las personas prestar y pedir dinero prestado sin la intermediación de un banco u otra institución financiera.
El modelo de financiamiento P2P es un ejemplo de la uberización de la banca. Las empresas peer-to-peer no son las dueñas del capital (así como Uber no es dueño de los carros), sino que conectan a las personas para que se presten entre ellos (de la misma forma que Uber, a través de su plataforma móvil, conecta a los choferes con los clientes).
Los préstamos peer-to-peer tienen varias ventajas. En primer lugar, los solicitantes no necesitan avales o garantías. En segundo, este modelo cuenta generalmente con mejores tasas de interés que las que ofrece la banca tradicional, por lo que son un servicio con un alto atractivo para los consumidores, en especial aquellos que no están bancarizados.
Aunque el número de plataformas P2P es significativamente menor que el de las instituciones financieras tradicionales, el modelo peer-to-peer puede representar una amenaza para la banca en la medida en la que adquiera una mayor cuota en el mercado.
¿Cómo puede la banca responder a este reto?
Es innegable que las fintech han abierto una amplia gama de posibilidades para que los bancos se mantengan relevantes. La clave está, ante todo, en observar y aprender de los nuevos actores y modelos disruptivos que están transformando el sector bancario.
Según un estudio de KPMG, red global de firmas de servicio de auditoría y asesoramiento legal y fiscal, para que los bancos tradicionales puedan hacer frente a los retos que plantea el ecosistema financiero P2P, deben trabajar en cuatro factores clave:
Las pequeñas empresas se sienten atraídas por las plataformas P2P por su experiencia de usuario, sus procesos simplificados y la facilidad en la obtención de los préstamos. Estas son las áreas en las que las instituciones financieras deben enfocarse para atraer a un nuevo tipo de consumidor que desea obtener su dinero rápidamente, sin tener que lidiar con procesos complejos o largas filas en las sucursales bancarias.