La tendencia de BNPL (buy now pay later - compre ahora pague después) ha alcanzado un crecimiento notable en la industria, siendo popular tanto en el comercio electrónico y algunas tiendas físicas como un método de pago que brinda la posibilidad de adquirir artículos y pagarlos a cuotas. Según Allied Market Research, se proyecta que este mercado alcance los 3.98 trillones de dólares para el 2030, aumentado un 45% año tras año.
A diferencia de los planes de pago tradicionales, BNPL funciona como un préstamo personal en el cual los pagos se dividen en cuotas iguales en unos plazos específicos que no tienen intereses, siempre y cuando se cancelen a tiempo y en su totalidad. Si se compra con una tarjeta de crédito, esta usualmente cobra intereses en cada mes por un saldo pendiente.
Aunque no existe una serie de reglas iguales que definan todos los tipos de este método de pago, los aspectos a tener en cuenta sobre cómo opera son:
¿Hay préstamos BNPL con y sin intereses? La respuesta es sí. Los pagos con interés permiten al cliente realizar la compra en ese momento, pero con una tasa de interés similar al de una tarjeta de crédito. En cuanto a los pagos sin interés, en lugar de que el cliente pague los intereses, el comerciante o establecimiento paga una tarifa a la empresa de préstamos de terceros.
En ambos tipos de préstamo habrá plazos definidos para pagar la totalidad del saldo. En caso de retrasarse o saltarse un pago, podría haber multas, más cargos o, en su defecto, rechazo a futuros préstamos de BNPL.
Veamos cómo los bancos e instituciones pueden aprovechar las fortalezas que actualmente existen para disputar el dominio de servicios compre ahora, pague después.
Comprar o construir una plataforma propia: El banco estadounidense Truist Financial Corporation adquirió Service Finance Company, un jugador BNPL, para acelerar su expansión hacia la financiación de POS (point of sale o puntos de venta), siendo una opción de comercialización más ágil.
Commonwealth Bank of Australia creó la plataforma StepPay, un producto digital BNPL capaz de integrarse a la app del banco (CommBank) o a la billetera digital en celulares o tabletas. Se puede utilizar para pagar en tiendas y comercios donde se acepte MasterCard hasta alcanzar el límite de crédito, sin necesidad de una tarjeta física. Las compras de 100 dólares o más se dividen de forma automática en cuatro pagos quincenales iguales.
Asociarse para crear productos diferentes: unir fuerzas con los jugadores de BNPL permite aprovechar al máximo las fortalezas y capital tradicionales de los bancos mientras se expanden a opciones de crédito nuevas e innovadoras, incluidos los micropréstamos a corto plazo. Veamos dos ejemplos, un banco australiano se unió con una fintech para ofrecer a los clientes opciones de BNPL utilizando las plataformas existentes; en Estados Unidos, Barclays hizo una alianza con Amount para ofrecer a los comerciantes financiamiento POS bajo la marca del comerciante.
Tarjetas de crédito en puntos de venta: en algunos países de Latinoamérica como Brasil, Argentina y Chile, los bancos han ofrecido opciones de BNPL a través de tarjetas de crédito en los puntos de venta, dando oportunidad a los clientes para distribuir los pagos en cuotas. Lo anterior brinda la posibilidad de crecimiento para las instituciones financieras en segmentos de alto valor, como atención médica, servicios profesionales, mantenimiento de automóviles y viviendas.
Innovar en plataformas de tarjetas: los bancos pueden mejorar las opciones de tarjetas de crédito existentes para ofrecer métodos flexibles de financiamiento que hacen que BNPL sea atractivo, como la agrupación para administrar múltiples cuotas dentro de las cuentas existentes.
Por ejemplo, Citibank lanzó Citi Flex Pay, que permite a los clientes de tarjetas de crédito comprar y liquidar pagos fijos mensuales durante un período determinado.
En Suramérica, más del 45% de los pagos de comercio electrónico se realizan a través de cuotas. La mayoría de startups de BNPL se centran en los consumidores de la generación Z, veamos algunos métodos de pago en sus diferentes segmentos.
RecargaPay: tiene sede en Sao Paulo y posee 10 millones de carteras. Funciona como una billetera de pago móvil que ha integrado los préstamos al consumo en el ecosistema BNPL, ofreciendo a los consumidores diversas opciones de pago por el uso de energía, gas, agua y tv por cable en ciertas cuotas.
Addi: es una startup con sede en Bogotá que recaudó 140 millones de dólares y duplicó su valoración en la última ronda de financiación. Actualmente opera en Brasil y Colombia, con planes de expansión a México. Los consumidores pueden utilizar la plataforma y la aplicación Addi para hacer compras en tres cuotas libres de intereses con diversas marcas aliadas. Para compras más grandes, Addi permite pagar la factura hasta en 24 meses.
dLocal y Dinie Pay: la empresa de pagos dLocal, un unicornio uruguayo, se asoció con la fintech Dinie para permitir que los comerciantes globales ofrezcan pagos a plazos a sus clientes en Brasil, como una forma de préstamos para pequeñas empresas. Los comerciantes reciben pagos por adelantado y en su totalidad, mientras que sus clientes se benefician de pagar en cuotas de plazos entre seis y nueve meses.
Nelo: este producto de origen mexicano se asoció con Mastercard y está disponible en dispositivos Android, iOS y en la página web de los comerciantes. Los clientes pueden comprar en sus marcas favoritas con una tarjeta virtual que puede ir entre una y seis quincenas de plazo para realizar el pago.
Según un informe de TSG, consultora de pagos y analítica, poco más del 30% de los consumidores que nunca han intentado usar los préstamos BNPL señaló que estarían interesados en usarlos si estuvieran disponibles a través de un banco u otro proveedor tradicional.
Asociarse con redes de tarjetas, empresas de tecnología y fintechs es la forma más rápida y sencilla para que los bancos y cooperativas de crédito se vuelvan jugadores dentro de esta tendencia de comprar ahora y pagar después. Otra de las alternativas es crear un producto BNPL aprovechando alguna aplicación o servicio digital ya existente.
Las instituciones financieras deben evaluar su posición y decidir si entrarán a jugar en este mercado que sigue creciendo, desde una combinación de ofertas de BNPL de cosecha propia hasta la asociación de jugadores ya establecidos para desarrollar una propuesta desafiante.