Riesgos de ciberseguridad por utilizar un sistema desactualizado
El uso de sistemas tecnológicos que no están actualizados, también conocidos como obsoletos, representa un conjunto de vulnerabilidades que incide en los datos y el bienestar del negocio, produciendo daños cibernéticos. Las repercusiones financieras y a la reputación por estas infracciones de seguridad pueden afectar los resultados de un negocio.
El software tiene un ciclo de vida corto que se sostiene por actualizaciones, algunas más continuas que otras. Cuando el sistema no tiene actualizaciones, se vuelve obsoleto y no es posible realizar mantenimiento. Además, no actualizar la tecnología resulta en una desventaja significativa frente a la competencia.
Según una encuesta de Microsoft, el 91% de los clientes consideran la utilización de tecnologías obsoletas por parte de las empresas como un factor para terminar sus relaciones comerciales, debido a los problemas de privacidad y seguridad.
Estas son las vulnerabilidades innecesarias a las que se exponen las empresas como consecuencia de la falta de actualizaciones.
Consecuencias de ejecutar sistemas heredados
- Problemas de incompatibilidad: Una vez que un software deja de recibir actualizaciones, parches y soporte, se da lugar a nuevos malware y virus maliciosos, ya que va perdiendo su capacidad para resistir los ciberataques modernos. También inhabilita la adaptación de nuevas infraestructuras o migraciones de TI, complicando la funcionalidad de un software antiguo con una tecnología más nueva. Además, el sistema incompatible no pasará las pruebas de garantía para el código base correspondiente, lo que significa mantener las operaciones en el pasado o hacer un sobresfuerzo por mantenerse al día con las evoluciones emergentes.
- Pérdida de datos: En la computación en la nube y aplicaciones de software como
servicio, en las cuales se almacenan datos de forma remota, hay mayor probabilidad de perder información con sistemas desactualizados. Aunque el cifrado y las copias de seguridad en la nube mitigan estos riesgos, una tecnología obsoleta es deficiente en este sentido y abre paso a configuraciones por parte de terceros, que se traducen en cambios en las hojas de cálculo y almacenamiento. - Reducción de productividad: La tecnología desactualizada funciona más lentamente y requiere mucho más tiempo ejecutar tareas y realizar mantenimiento. Una falla en el sistema es una demora inconveniente que conduce a interrupciones en la disponibilidad de servicios.
- Crecimiento lento o estancado: Al utilizar sistemas desactualizados se enfrenta un mayor riesgo de perder ventaja competitiva y ser interrumpida por los factores vistos anteriormente. Ante la fuga de datos e información o fallas en los sistemas operativos, la empresa puede obtener daños irreparables y significativos en términos de pérdida de tiempo, costos y confianza.
Las compañías que invierten de forma estratégica en reemplazar los sistemas desactualizados evitan los riesgos anteriormente descritos para ayudar a su organización a crecer y tener éxito.
El software que pierde su vida útil o entra en un periodo de obsolescencia se vuelve apetecido por los ciberdelincuentes, porque el camino para explotar las vulnerabilidades es mucho más sencillo, debido a que los fabricantes no generan más actualizaciones o soporte para remediar futuras brechas de seguridad.
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