Christine Lagarde, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), considera que, si bien es cierto que México ha dado importantes pasos hacia la inclusión financiera, aún queda mucho por hacer para que el país alcance niveles similares a los de sus pares.
La inclusión financiera es, sin duda alguna, un importante motor del desarrollo económico y el mejoramiento de la calidad de vida de la población. Es por esta razón que el acceso a productos y servicios financieros a nuevos clientes sin ninguna relación con la banca tradicional se ha convertido en uno de los principales temas de las instituciones financieras.
En el caso particular de México, si bien es cierto que se han implementado iniciativas gubernamentales, aún queda un largo camino por recorrer; especialmente si se comparan las cifras de este país con las de otras economías emergentes.
“El año pasado México tenía poco más de 1.000 cuentas bancarias por cada 1.000 adultos. Pero el promedio entre las economías de mercados emergentes es de casi 1.500 cuentas (…) y en cuanto a reemplazar el efectivo como medio de pago, México está mucho más rezagado aún: 95% de las compras diarias por debajo de 500 pesos se hacen con efectivo; en China, por el contrario, decenas de millones de personas apenas usan efectivo. Recurren únicamente al pago electrónico realizado mediante dispositivos móviles”, afirmó Christine Lagarde, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) durante su segunda visita al país.
Según la tercera encuesta nacional de inclusión financiera, publicada en noviembre de 2018 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en colaboración con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), esta es la realidad de la inclusión financiera en México:
Estas cifras demuestran que la población no bancarizada representa un mercado enorme por la convergencia de dos tendencias principales: por un lado, el aumento de los ingresos de las poblaciones de bajos recursos en economías emergentes como México; y, por el otro, la aparición de soluciones de Core bancario como COBIS Inclusión diseñadas para que las cooperativas de crédito e instituciones de microfinanzas lleguen a los clientes que generalmente no son atendidos por la banca tradicional, fomentando así la inclusión y por ende el crecimiento económico a escala nacional y regional.
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