El crecimiento de las sociedades cooperativas en México
México es el segundo país más desigual entre los integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); solo superado por Chile. Los trabajadores mexicanos más pobres cobran 30,5 veces menos que los ricos; y es precisamente esa brecha salarial la que pone a este país como uno de los más desiguales de la región, según el estudio El Aumento de la Desigualdad de la OCDE.
Estos resultados no hay que verlos como un problema sino como una oportunidad para el sector financiero mexicano. Para mapear este sector hay varias cifras interesantes. Por ejemplo, según datos del Banco de México (Banxico), en el país existen 25,4 millones de tarjetas de crédito bancarias emitidas, de las cuales solo se usan 15.5 millones, es decir, alrededor de 10 millones de tarjetas no se utilizan, según Forbes.
Siguiendo con esa estadística, de acuerdo con MasterCard, cada año en México se sustituye el 1% del uso de efectivo por transacciones con tarjetas de crédito y débito; asimismo, el 9% de las transacciones en el país se realiza a través de medios de pagos electrónicos, mientras que el 91% restante son en efectivo. Ese es un número muy alto para un país que supera los 122 millones de personas.
Es en este panorama donde la labor de las sociedades cooperativas mexicanas cobra mayor importancia, ya que su trabajo con la población no bancarizada y las comunidades en los sectores rurales aporta a lograr una mayor inclusión financiera en el país y una disminución en el uso de efectivo.
Las cooperativas en México
De acuerdo con la Confederación de Cooperativas de Ahorro y Préstamo de México (Concamex), el sector de las Sociedades Cooperativas de Ahorro y Crédito (SOCAP) cuenta con una infraestructura sólida y sostenible que les permite avanzar en la búsqueda de la inclusión financiera del país.
“Además de la solidez económica con la que cuentan las cooperativas de ahorro y préstamo, son el único modelo que se ha desarrollado en regiones donde son la insuperable opción de acceso a servicios financieros responsables, ya que su objetivo es mejorar la calidad de vida de los socios”, explicó Concamex al diario El Economista de México.
Las instituciones que forman parte de este modelo tienen el mayor alcance a nivel nacional, asegurando con ello ser el aliado idóneo y único para el crecimiento del bienestar social y estabilidad financiera.
En México, el cooperativismo no es un tema nuevo. De hecho se formalizó desde 1927 con la expedición de la Primera Ley General de Sociedades Cooperativas, aunque los avances en la materia se dieron en la última década con la aprobación de la Ley para Regular las Actividades de las Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo en 2009.
Al cierre del primer semestre de 2019, según cifras Concamex, el sector de las SOCAP cuenta con más de 150 cooperativas autorizadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores distribuidas en 2,000 sucursales, y atiende las necesidades de más de 8 millones de socios.
Las cooperativas en México son un motor económico indispensable para la nación: generan empleo, aportan al desarrollo de las comunidades y facilitan el acceso de la población a distintos servicios y productos financieros que les mejoran la vida.
En COBIS trabajamos para impulsar a este sector a través de soluciones como COBIS Inclusión, que permiten atender las necesidades de inclusión financiera de las comunidades que tradicionalmente no han sido atendidas por la banca, y COBIS Mainstreet, que facilita a las cooperativas proveer los servicios financieros que las pequeñas y medianas empresas en México requieren para aportar al crecimiento económico del país.
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Redactora y editora, especialista en construcción de narrativas digitales y storytelling para compañías B2C y B2B. Me encuentras en:
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