El sector financiero, por manejar grandes bases de datos, cuentas, cotizaciones, fondos, transferencias, entre otros servicios, está ligado con la información por lo que es clave invertir en innovación tecnológica para crecer al ritmo que impone el mercado.
En esa dinámica, las cooperativas también juegan un papel clave para crecer al ritmo que el mercado exige. Hoy, gracias a la globalización, han entrado nuevos competidores a la actividad bancaria y las cooperativas deben invertir en herramientas tecnológicas para no quedar relegadas.
Las cooperativas financieras, de crédito y de ahorro, desempeñan un papel fundamental en el crecimiento económico de América Latina y el Caribe, ya que atienden a gran parte de la población no bancarizada.
El área rural es un sector al que las cooperativas han sabido llegar. Los casos más exitosos de cooperativas es aquellas que han invertido en tecnología para agilizar las visitas y dar servicios en línea sin regresar a la oficina. Por ejemplo, dar microcréditos dando clic en un dispositivo móvil para no regresar a la oficina a hacer papeleo. De esa forma se optimiza el tiempo de empleados y socios.
Teniendo en cuenta que las cooperativas tienen una serie de ventajas sobre los bancos, como tarifas más bajas y una relación más cercana con las comunidades y las pequeñas empresas, se hace indispensable invertir en tecnología para continuar ganando nuevos clientes, ofreciendo servicios que tengan un impacto positivo en el desarrollo social y económico de los países de la región dónde, según cifras de la consultora McKinsey, el 65% de la población aún no tiene acceso a servicios bancarios tradicionales.
Las cooperativas de ahorro y crédito deben generar rentabilidad para crecer y dar valor agregado a la inversión que realizan sus socios. Por eso es importante que adquieran software y hardware de manera inteligente.
Si bien la banca tradicional puede darse el lujo de brindar lo último y lo mejor en tecnología, es probable que las cooperativas de crédito no tengan el presupuesto para hacerlo a la misma escala que los grandes bancos. Sin embargo, si se enfocan en las funciones que más utilizan los consumidores (cuentas corrientes, localizador de sucursales en cajeros automáticos, pago de facturas y transacciones móviles), pueden ofrecer una interfaz digital que satisfaga las necesidades de los usuarios.
Realizar inversiones en soluciones específicas, que se adapten a este panorama, es el camino correcto. Según una encuesta de Forrester, el 18% de los usuarios tienen más probabilidades de adquirir servicios financieros a las cooperativas que utilizan soluciones digitales. Adicionalmente, según el estudio de esta firma consultora, la tasa de retención de usuarios es mayor cuando las instituciones invierten en tecnología (13.4% para las cooperativas que realizan inversiones en este rubro, en comparación con el 4.9% de aquellas que no invierten en este campo). En pocas palabras, las ventajas de tener una presencia digital se relacionan con una mejor y más completa experiencia de usuario.
“La naturaleza y la forma de participación de los clientes está cambiando a medida que los consumidores esperan cada vez más acceder a productos y servicios en línea, en tiempo real”, señaló Patrick Casey, encargado de regular las cooperativas en Irlanda a través del Banco Central, durante una entrevista para The Irish Times.
“La reducción por parte de los bancos minoristas de sus redes de sucursales, mientras que en conjunto invierten en infraestructura de TI y digitalización, es un ejemplo sorprendente del impacto de las dinámicas competitivas actuales”, agrega Casey, quien también resalta que para que las cooperativas cumplan con las expectativas de los clientes estas deben realizar cambios operacionales, implementando nuevos procesos e implementando tecnologías que ofrezcan a los consumidores un servicio de calidad en cualquier canal.
Los expertos indican que la mejor forma de estimar los costos depende de cada instalación informática y de cada plataforma tecnológica. Los costos se determinan de acuerdo con la sumatoria de los siguientes componentes:
El resultado de esta inversión será la confianza por parte de los socios y gracias a la implementación tecnológica, se centraliza la información y la data se hace accesible y manejable. En el mediano plazo estas medidas disminuyen los costos y mejoran la operatividad de la entidad financiera.
Ya sea que las cooperativas de ahorro y crédito decidan modernizarse con la tecnología o se muestren reacias al cambio, el servicio que ofrezcan a sus clientes seguirá siendo clave para continuar su crecimiento. La tecnología bancaria es otra herramienta más para mejorar la experiencia del cliente. Mientras exista una demanda de soluciones digitales por parte de los consumidores, las cooperativas tendrán que invertir en tecnología para mantener el ritmo y seguir siendo competitivas en un sector en constante transformación.