El auge de las redes 5G alrededor del mundo es un hecho importante en la transformación tecnológica a nivel global y su desarrollo traería consigo una serie de cambios positivos que serán también muy útiles para el sector financiero.
El primer dato para tener en cuenta es que la implementación de redes con velocidades superiores a la tecnología 4G, mejorará la experiencia del cliente bancario y permitirá procesar información en tiempo real de forma más ágil y segura, explica el Centro de Innovación Tecnológica del BBVA.
Según la consultora Gartner en su informe “Leading the IOT”, la diferencia principal entre estas dos tecnologías es que la 5G ofrece velocidades de procesamiento 10 veces superiores respecto a las redes 4G, mejorando también el ancho de banda, la cantidad de dispositivos conectados a una unidad receptora y reduciendo la latencia o tiempo de transmisión de los datos.
Por esto, la llegada de las redes 5G viene acompañada de mejoras en desarrollos como la realidad virtual, el Internet de las Cosas o IoT, la cirugía remota o las “Smart Cities” y, por supuesto, los servicios financieros.
Los expertos coinciden en afirmar que en el caso de los servicios bancarios y financieros la tecnología 5G traerá principalmente una mejora en la experiencia del cliente. Esto implica nuevas formas de llevar los productos y servicios a los usuarios finales, como por ejemplo, contratar productos que previamente hayan sido presentados a los usuarios mediante realidad virtual o aumentada.
Lo anterior implica también más y mejores servicios a disposición del usuario final ya que con la 5G, las transacciones online básicas, podrán estar enriquecidas por asistentes virtuales en tiempo real que permiten hacer consultas y operaciones más complejas.
Además, las redes 5G también mejorarán la capacidad y velocidad de las aplicaciones e infraestructura de un banco y por lo tanto, se podrán realizar operaciones de forma más rápida y con mayores volúmenes de información.
La instalación de las redes 5G comenzó en el 2019 de forma global y se calcula que para el 2025 esta será la red más usada, impulsando también un mayor uso de la nube y el IoT, por lo que la banca debe estar atenta también a estos desarrollos para traer todas sus ventajas a los servicios financieros.