La nube marca la diferencia en el teletrabajo de las instituciones financieras
Para el Foro Económico Mundial, la división del trabajo entre humanos, máquinas y algoritmos creará 133 millones de nuevos roles en los próximos años, consolidando el uso de la tecnología en la optimización del trabajo con fenómenos importantes como la normalización del teletrabajo que obligan a todas las organizaciones a actualizar su infraestructura TI, donde la nube tiene un papel protagónico.
El confinamiento provocado por la pandemia del COVID-19 demostró que las empresas que mejor han resistido la crisis han sido las que han podido mantener sus actividades desde un entorno digital sin perder su eficiencia.
Cómo lograr un entorno de trabajo digital eficiente
El informe “The Future of Work” de la consultora empresarial Ricoh Europe señala que para mantener la eficiencia de los equipos de trabajo en un entorno digital: “El puesto de trabajo digital debe cumplir con los siguientes requisitos: la digitalización y la automatización de los procesos organizativos; el acceso seguro y ágil a las aplicaciones de trabajo y la información de la empresa; la colaboración y la comunicación con compañeros y socios y el soporte remoto y seguro desde cualquier lugar”.
Una infraestructura en la nube es la que posibilita un acceso seguro y ágil a las aplicaciones de trabajo y la información de la empresa; permite contar con un soporte remoto y seguro desde cualquier lugar y es clave en la digitalización y automatización de los procesos organizativos.
La nube y el sector financiero
Particularmente para las instituciones financieras, el uso de la nube ha sido muy importante, ya que le ha permitido almacenar, acceder y procesar grandes volúmenes de datos en tiempo real y a cualquier distancia, haciendo posible importantes avances como la banca digital, que ha dado un mayor soporte a los usuarios bancarios y, para las entidades financieras, ha implicado una importante reducción de costos.
En un escenario post COVID-19, todo parece apuntar a que el trabajo remoto se mantendrá, por las ventajas que demostró tener durante la pandemia y esto exige a las organizaciones contar con una plataforma de trabajo ágil, integrada, segura y definitivamente operando bajo una infraestructura en la nube.
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