La normativa PSD2 (Payment Services Directive 2) de la Unión Europea es parte de una tendencia global en regulación bancaria que enfatiza en la seguridad, la innovación y la competencia en el mercado.
El PSD2 es la evolución de PSD (Payment Service Providers), una directriz creada en 2007 con el objetivo de desarrollar un mercado único de pagos en la Unión Europea y así impulsar la competencia entre las entidades financieras, teniendo como punto de partida la innovación y el desarrollo de soluciones eficaces para el sector financiero.
Para 2013 se evidenció un crecimiento exponencial de aumento en el número de Fintechs, lo que significó una mayor competencia para la banca tradicional. Ante esta realidad, la Comisión Europea propuso la creación de una nueva estrategia, acorde con la evolución tecnológica. Es así como surge PSD2.
PSD2 es una directiva que tiene como objetivo regular la competencia y fomentar la innovación en los mercados de pagos europeos, mientras que al mismo tiempo mejora la seguridad de los pagos por Internet y el acceso a las cuentas.
La normativa crea 2 nuevos tipos de entidades financieras:
Aunque esta directiva tiene vigencia en los países miembros de la Unión Europea, el efecto de PSD2 puede ir más allá de esta región; ya que la reglamentación de los nuevos servicios de pago es una reacción natural del sector frente al auge de nuevas tecnologías y actores disruptivos en el mercado de servicios financieros.
En México, por ejemplo, se promulgó una Ley Fintech para fortalecer de manera legal el ecosistema de startups financieras en el país. Por su parte, en Argentina, entidades como el Banco Central y la Comisión Nacional de Valores están analizando el sector para generar normas regulatorias que influyan en el sistema financiero y sus estrategias de innovación.
Según el reporte “PSD2: How can banks seize opportunities?” publicado por Accenture en 2016 como parte de su serie Everyday Bank Research, los avances tecnológicos, incluyendo blockchain, autenticación móvil y el “Internet de las cosas” (IoT), están creando nuevas formas de pago y una cadena de valor digitalizada de extremo a extremo. En este marco, las instituciones financieras tienen la oportunidad de modernizar su arquitectura y acelerar su transformación digital para crear una ventaja estratégica a partir de sus esfuerzos para cumplir con el marco regulatorio.
En Europa, el Open Banking o banca abierta está siendo impulsado por la directiva PSD2. Sin embargo, la competencia en el mercado está generando que los bancos en América y el resto del mundo se interesen en la implementación de este modelo
Es una estrategia que obliga a los grandes bancos a divulgar sus datos de forma segura y estandarizada, para que puedan compartirse más fácilmente y así personalizar los servicios financieros a la medida de cada usuario.
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