La nube: una herramienta clave para la continuidad operativa de la banca
Muy a pesar de los efectos que ha tenido la pandemia en los hábitos de vida de las personas, la banca se mantuvo como una actividad esencial, en gran medida, gracias a las infraestructuras en la nube, que permiten que el sector pueda funcionar de forma remota. Es por ello que, las tecnologías en la nube representan al mismo tiempo un reto y una oportunidad para las organizaciones del sector bancario y su integración en la estructura organizacional es muy importante para asegurar la continuidad operativa de muchas instituciones a futuro.
Una de las principales enseñanzas que ha dejado la coyuntura del COVID-19 para el sector financiero ha sido la importancia de los medios digitales que le permitieron a la banca seguir operando a pesar del aislamiento obligatorio.
Para que la banca digital sea posible, la nube se convierte en una herramienta clave, pues una infraestructura cloud es la que permite la transferencia de información y la ejecución de aplicaciones para la realización de operaciones desde dispositivos remotos, superando barreras como la centralización de información y limitaciones tecnológicas.
La nube un "must" en la banca
Según cifras del proveedor de tecnología para la inteligencia de mercados IDC: “Para el 2022 un 40 % del gasto principal de TI en el sector financiero estará relacionado con tecnología en la nube y para el 2028 será de un 80%”.
De hecho, la mayoría de los expertos en tecnología financiera entrevistados para el estudio Pulso 2020, hecho por COBIS sobre tecnología y banca y que será publicado próximamente, coinciden en afirmar que la operación del sector bajo una infraestructura en la nube debe ser una prioridad para todas las instituciones financieras que quieran adoptar una banca digital funcional, ágil y de bajo costo.
Específicamente, la modalidad de uso de la nube “Software as a Service (SaaS)” será fundamental para el sector, pues permite adoptar herramientas tecnológicas paulatinamente e ir ampliando sus funcionalidades a medida que se requieran, lo que incluye el desarrollo y lanzamiento ágil de nuevos servicios y productos digitales.
La modalidad SaaS es especialmente recomendada para las compañías que no son de tecnología, pero desean ofrecer servicios digitales, como es el caso de las compañías financieras, que a través de un servicio SaaS pueden construir una plataforma de servicios digitales alojada en un entorno cloud ya consolidado y administrado por un proveedor de nube especializado.
Además, la tendencia general para el sector es que los canales digitales seguirán siendo los más usados por la comodidad y efectivad que demostraron tener durante la pandemia, comprobando que el futuro del sector dependerá mucho de la adopción rápida de tecnologías que permitan la operación remota, donde la nube se convierte en el espacio que hace posible esta digitalización.
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