La regulación bancaria en la era de las Big Tech
Las empresas Big Tech como Google, Amazon, Facebook y Apple, han incursionado en la prestación de servicios financieros que anteriormente estaban reservados a los bancos tradicionales. ¿Cuál es el efecto de estos actores disruptivos en la banca y qué deben hacer las entidades reguladoras al respecto?
El más reciente anuncio del lanzamiento de Apple Card, una tarjeta de crédito de Apple en alianza con Goldman Sachs, es una evidencia más del interés de las empresas Big Techen el sector bancario.
La tarjeta es una extensión de Apple Wallet, la billetera electrónica creada por Apple, y podrá ser usada en cualquier establecimiento comercial en cualquier parte del mundo siempre y cuando acepte el sistema de pagos Apple Pay.
"Todos las necesitamos, pero hay algunas cosas sobre la experiencia de usar tarjetas de crédito que podrían ser mucho mejores", indicó Tim Cook, CEO de Apple, durante la presentación de este nuevo producto, y además hizo énfasis en los bajos intereses, la ausencia de comisiones y los programas de fidelización como tres de los factores clave de este nuevo producto de la compañía con sede en Cupertino, California.
Los escépticos podrían decir que no existe nada novedoso en la Apple Card. Sin embargo, esta es la primera tarjeta de crédito que se emite principalmente en un dispositivo móvil, con una tarjeta física complementaria, y no al revés.
La importancia de una regulación estricta para nivelar el campo de juego
Productos como Apple Card, Amazon Pay y Samsung Pay son apenas la punta del iceberg. Después de todo, los gigantes tecnológicos tienen a su disposición una gran cantidad de datos que permitirían mejorar dichos productos e incluso ofrecer nuevos servicios financieros antes que sus competidores.
A partir de estas nuevas dinámicas, han surgido marcos legales y parámetros de cumplimiento regulatorio que no existían antes y que, en principio, parecerían ser un obstáculo para la banca tradicional.
“Las nuevas regulaciones obligan a los bancos a compartir datos sobre sus clientes con empresas de tecnología. Tales reglas ponen a los bancos tradicionales en desventaja, porque las Big Tech no están sujetas a los mismos requisitos”, señaló Paul Achleitner, Presidente del Consejo de Supervisión de Deutsche Bank AG en el informe “EFR position paper on level playing field (LPF) and Future of competition in a platform economy”.
Es por esta razón que entidades internacionales como el Consejo de Estabilidad Financiera, han estado monitoreando activamente los desarrollos del mercado financiero y sus posibles implicaciones en la competencia dentro del sector y la estabilidad del mismo.
"Una mayor competencia y diversidad en los préstamos, pagos, seguros, comercio y otras áreas de servicios financieros pueden crear un sistema financiero más eficiente y resistente. Sin embargo, una mayor competencia también podría ejercer presión sobre la rentabilidad de las instituciones financieras, generando la toma de riesgos adicionales para mantener los márgenes”, señaló la entidad.
En esa medida cobra más importancia la promulgación de regulaciones más estrictas, que abarquen tanto a la banca tradicional como a las fintech y las Big Tech para asegurar la competencia en igualdad de condiciones.
El poder de la tecnología para el cumplimiento regulatorio
A través del RegTech (nombre proveniente de la unión entre “regulations” y “technology”), la banca puede utilizar la tecnología para satisfacer estas nuevas necesidades regulatorias y así poder agilizar sus estrategias de innovación.
La clave es trabajar con proveedores de tecnología bancaria que ofrezcan productos que permitan el cumplimiento regulatorio en un 100%, previniendo así las pérdidas económicas, patrimoniales y los datos a la reputación e imagen de las instituciones financieras.
Para resolver esta necesidad COBIS ha desarrollado COBIS Comply, una solución que genera los formatos requeridos por las entidades regulatorias públicas y privadas, facilitando la configuración de la frecuencia de transmisión a través de parámetros determinados y la integración de XBRL (eXtensible Business Reporting Language) para cumplir con las directrices NIIF / IFRS.
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Redactora y editora, especialista en construcción de narrativas digitales y storytelling para compañías B2C y B2B. Me encuentras en:
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