La resiliencia es definida como la capacidad para adaptarse a situaciones adversas y esta habilidad se vuelve muy necesaria en el tema financiero en el nuevo año que está por comenzar. ¿Pero cómo lograr la resiliencia financiera? A continuación, lo analizamos.
De acuerdo con el centro de educación financiera del BBVA “La resiliencia financiera es la capacidad que tienen las personas de afrontar los episodios de su vida que afectan negativamente a sus ingresos o activos”, como ocurrió en el año 2020 con la pandemia y la economía mundial.
Ahora que ya se cuenta con una vacuna para el coronavirus y se habla de estar en la etapa de recuperación, es necesario analizar también cómo sobreponerse a la crisis financiera que representó la pandemia para muchos y en este sentido, el portal especializado en finanzas “Financial Health” señala que existen tres estrategias claves para minimizar los efectos de las malas rachas económicas y poder superarlas exitosamente. Estas son:
- Tener un plan financiero: esto consiste en observar el estado real de sus finanzas, es decir los ingresos y gastos y colocarse una meta de mejora en que los gastos no deben superar a los ingresos. Esta meta le permitirá mantenerse enfocado en las prioridades recortando gastos innecesarios y desarrollar la capacidad de ahorro que es muy importante a la hora de afrontar imprevistos.
- Ahorrar: en cualquier plan financiero, ahorrar es fundamental porque permite a las personas contar con un respaldo en momentos de crisis y poder sobreponerse rápidamente a cualquier imprevisto financiero.
- Aprender: la resiliencia requiere de la habilidad de tomar las mejores enseñanzas de los momentos difíciles y así no verlos como tiempo perdido y enfrentarlos mejor si vuelven a presentarse. En el tema financiero el estudio “Financial literacy and financial resilience: Evidence from around the world” señala que las personas con bajo nivel educativo tienen más probabilidades de sufrir una dificultad financiera, sobre todo por su bajo conocimiento de economía y finanzas. Pero al adquirir un mayor conocimiento y sobre todo aprendiendo de los errores, cualquier persona puede manejar mejor sus finanzas.
Las anteriores acciones implican sobre todo una actitud proactiva ante una situación financiera adversa, analizando incluso las oportunidades que se presentan en una crisis. Ahora, en la etapa posterior a la pandemia, es necesario asumir esta actitud y abrirse al cambio que también trae oportunidades de crecimiento, y específicamente para el sector financiero, hay una amplia demanda de nuevos productos y servicios bancarios que necesita el mercado en la etapa de recuperación económica.
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